viernes, 3 de junio de 2011

    Advertencia: (a  los pocos pero fieles lectores) lo que están a punto de leer no es ni poético ni literario y eso es porque estoy muy borracho; para aclarar quién es el autor diré que mi nombre es Abraham Nabor.

Esto es una de crónica del día viernes 3 de junio de 2011.

Pues me desperté y mis expectativas eran las de siempre, funestas, así es que para hacer más llevadero todo el mierdero, que los que saben llaman cotidianeidad, decidí, así sin más ni más, emborracharme (le verdad es que si hay un motivo pero es cosa que a nadie le interesa).
 Salí de mi casa y lo primero que hice al estar relativamente lejos, y sin nadie que me conociera al rededor, fue tomarme un trago de ron, que disimulé eficientemente en una botella de jugo de manzana. Caminé y caminé (tengo algún tipo de enfermedad que me hace caminar sin parar siempre que no tengo nada que hacer, como si de esta manera evadiera a mi destino  o a la muerte) y me hayé (nótese la riqueza de mi vocabulario (jaja)) en un parque llamado Ciudadela: lo de siempre, chavales de la vocacional 5 perdiendo el tiempo, jugando fútbol o algún loco casi cogiendo con su novia en una baca, que por lo demás a de ser incomodísima.
Pues seguí tomando (de traguitos pasé a tragos ya nada disimulados), y para entonces ya me sentía mareado (yo que en esto del alcohol me considero un atleta de alto rendimiento); muy simpático ver a las señoras que te miran como diciendo: "que estas haciendo de tu vida niño".
Después de la  Ciudadela pasaron más cosas pero ya me aburrí de escribir, así es que resumiré diciendo que llegué a este lugar pidiendo una computadora, con palabras que ni yo entendí, y me fue asignada la máquina número 16.
 Al grano, vine porque quería compartir un "poema" que hice luego de leer a Bolaño, que me hizo llorar, y que dice así:



"...porque el fuego de tus lindos   
ojos negros 
alumbraron  
el camino de  otro amor"

Los Panchos 


Me tragué palabras del 96
              y quedé mareado
Pinches letras se burlan de mi
                 me recuerdan mi pasado bastardo
quiero vomitarlas
                  pero ya se fermentaron
puedes verlas en mis pupilas
                     que son dos niñas pendejeando a la deriva

Un  niño cuida que las palomas no se asusten...

1 comentario:

  1. ese abraham... mira nomàs, ya te ubiquè,
    pa la otra se lleva un tonayán, es lo mejor para caminar sin rumbo...

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